Las personas con discapacidad, ya sea física, sensorial o psíquica, conforman un colectivo vulnerable con dificultades para acceder al mercado laboral ordinario, ya que, solo el 25,8% de la población con discapacidad en edad de trabajar se encuentran en activo. Esta cifra, se aleja del 65% de personas sin discapacidad activas en edad de trabajar, según reflejan los datos del informe: El empleo de las personas con discapacidad elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, evidencia la necesidad de iniciativas que apuesten por la integración real de este colectivo en el mercado de trabajo.
Tener un empleo es uno de los principales elementos de los que dispone la población para ser partícipe de la vida social y tener ingresos estables.
“La integración laboral real es una de las principales vías para que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de desarrollarse personal y profesionalmente, mejorando así su bienestar y su autonomía”, explica César López, director de la Fundación GoodJob.