Para el colectivo con Baja Visión no les es sencillo asistir con autonomía a la mayoría de bares y restaurantes sin apoyo de otras personas porque no suelen ser accesibles para personas con discapacidad visual y, por lo tanto, no pueden disfrutar de la autonomía plena igual que otra persona sin estas limitaciones, pues se encuentran con problemas como es la cartelería, por ejemplo de las salidas de emergencia, o en aquellos establecimientos donde aún existen cartas físicas en papel con la carta, poder tener la versión en braille y con relieves para este colectivo.
La pandemia ha acelerado esta situación gracias a los códigos QR implantados en la mayoría de bares y restaurantes. Aún así, queda por recorrer un largo camino para poder conseguir una autonomía plena en estos locales.
Con esta campaña, nuestro objetivo es dar a conocer a dueños de negocios hosteleros que es la baja visión y cómo se convive con ella y ofrecerles herramientas y recursos para que puedan llevar a cabo cambios en sus locales.