Asistir sin apoyo de otras personas a oficinas físicas de entidades bancarias a realizar los trámites necesarios es una tarea muy poco accesible para las personas con ceguera o Baja Visión, ya que no son accesibles para personas con discapacidad visual, por lo que pierden la autonomía e independencia que cualquier persona quiere y debe tener, al igual que utilizar las aplicaciones de las mismas.
Algunas dificultades con las que se enfrentan día a día este colectivo con las entidades bancarias son, por ejemplo, en las oficinas físicas: las máquinas digitales expendedoras del
número de atención sin audio o las mamparas de protección que están ubicadas en cada puesto de trabajo, pues distorsionan la voz.
Los códigos enviados a los móviles para la seguridad a la hora de realizar operaciones también pierden parte de seguridad para las personas con Baja Visión ya que, al utilizar teléfonos con lector de pantalla, en ocasiones expira el tiempo de los códigos antes de poder leerlo y memorizarlo, lo que obliga en cierta manera a solicitar la ayuda de otra persona “de confianza” para que realice la operación.
Con esta campaña digital queremos centrarnos en la accesibilidad de las personas con discapacidad visual en el sector de las entidades bancarias, tanto a nivel presencial como en las aplicaciones de las mismas, dándoles a conocer la Baja Visión, y cómo pueden ser sus entidades más accesibles, fomentando así su uso para este grupo de personas, que suponen un 2% de la población general.