CEIP Mare Nostrum celebra la inclusión a través de la creación de cuentos con personas con diferentes capacidades
En un esfuerzo por fomentar la inclusión y la diversidad, el CEIP Mare Nostrum ha desarrollado un bonito proyecto para que los alumnos del centro elaborasen cuentos protagonizados por personas con distintas capacidades
Ana es una alumna de 6º de primaria que ha querido plasmar en su cuento qué es la aniridia a través de la protagonista de su relato, Cloe.
Os dejamos el cuento y un dibujo que Ana ha hecho para ilustrarlo:
NO ME QUISE RENDIR
¡Hola! Me llamo Cleo y vivo en una ciudad llamada Ávila de Castilla y León. Nací con una enfermedad llamada Aniridia y fui perdiendo la visión hasta quedarme totalmente ciega a los 7 años. Esa fue la causa por la que me mudé aquí, ya que tienen un centro para cada discapacidad física. La Aniridia es la falta total o parcial del iris por un defecto en la formación del globo ocular durante las primeras semanas de embarazo.
Afecta normalmente a los dos ojos y puede ser hereditaria (lo más común) o esporádica. Afecta a 1 de cada 80000 personas.
El ojo se vé como si tuviera la pupila dilatada, son más sensibles a la luz, a los deslumbramientos… por eso suelen necesitar gafas de sol.
Tienen baja visión y algunas complicaciones a lo largo de su vida; como cataratas, alteración de la córnea, el cristalino, etc.
Voy a clase de 9:00 am hasta las 18:00 pm, por la mañana estudiamos como en cualquier otro centro y por la tarde tenemos extraescolares. Podemos elegir entre natación, fútbol, baloncesto, atletismo y ballet, yo por supuesto elegí natación ya que lo llevo practicando desde los 4 años y atletismo porque quería practicar algo nuevo.
A los 7 años cuando perdí totalmente la vista tuve que adaptarme a mi discapacidad para poder seguir nadando y pude hacerlo gracias a unos palos que coge el entrenador/a y te da golpecitos en la cabeza para que sepas por dónde vas y no te choques con la pared, en atletismo una perrita que la he llamado luna me guía. Tres años después empecé a ir a competiciones tanto de natación como de atletismo. En natación me iba de maravilla en cambio en atletismo me iba fatal siempre me cansaba muy rápido, me faltaba el aire, quedaba última… pero no me rendí, seguí practicando, yendo a competiciones, volviendo a practicar , de nuevo a más competiciones . . . Y después de tantos años de esfuerzo fui de las personas con discapacidad física más reconocida de España.
¡Y LO SEGUIRÉ SIENDO!
FIN
Nadadora, 11 años.
¡Gracias Ana por tu cuento!